18 junio 2008

tengo, luego existo



Lo mira.
No está segura de si acercarse a él o no.
Un poco la intimida.
Sabe que si ella quiere, lo tiene.
Sin embargo sigue dudando.
Se muerde el labio inferior y lo mira.
Apoya la pera sobre la palma de su mano y abre un poco los ojos. Pestanea.
Un poco se impacienta. La situación se está demorando.
Empieza a imaginar.
Se imagina juntos, llendo a todos lados; compartiendo momentos.
Le gusta. sabe que lo necesita; que le hace falta.
Que la sociedad te mira mal... no podés andar así como así por la vida.
Respira profundo, escucha latir su corazón, se acerca, le dice al dueño de la tienda: "deme ese" y se lleva su teléfono móvil.

No hay comentarios.: