Sin escudo

se buscó en tu imaginación y te armo una trampa infinita
y ya no podías disfrutar de la fantasía,
pues te llama pero no te olvida
y suelta soga y te sigue ahorcando de a intervalos,
esos no son malos tratos bajo tu inocente conciente.

Se leyó entre líneas tu mensaje cifrado
aquel que no del todo disfrazado te hizo temblar ayer.

Y que no llegue la luna y tu estés en tu multitudinaria soledad
porque la cultura no perdona
y tu forma se vuelve sólida y salada
sin salida sin escudo.