Mi casa es tu casa.
Mi cuerpo es tu cuerpo.
Nos fundimos, mezclamos, diluimos, entrelazamos. (Y ya sé que no te gusta pringarte).
Podemos poner un cuadro en la pared y más tarde torcerlo.
Podemos sacar una foto y armar un álbum.
Podemos cocinar y desobedecer la receta por improvisar.
Podemos hacer un plan, cancelarlo, repensarlo y quedarnos en casa a ver una peli.
Tu casa es mi casa.
Y ya voy a aprender a hacer la cama y te voy a enseñar a desordenarla un poco.